Comentario: CRYPTOPSY - None So Vile (1996)


Hoy toca comentar otro disco editado en 1996, esta vez dentro de la misma unión americana, pero parido por una gran, pero gran banda de puto y crocante death metal proveniente de Canadá, me refiero a los legendarios CRYPTOPSY.

Creo que para los entendidos y conocedores del death metal este disco es Sine Qua Non en la historia y evolución del género. Para aquellos que no lo hayan escuchado, descárguenlo en mp3, cómprenlo en cd o consíganlo de alguna forma, porque este trabajo es súper singular y contiene una riquesa musical basta.

La primera vez que lo escuché fue en el 2014, justo después de dejar de fumar. Lo descargué en mp3 y lo escuchaba en el mp3 player Sony que le compré al vocalista de la Tribu en el 2011 cuando trabajaba en el Colegio Particular Mixto Suárez, al principio NO lo entendí del todo y me llamó mucho la atención el bajo eslaposo de Langlois. Sin embargo no fue hasta que tuve el cd en mis manos que comprendí la completa extensión del trabajote que tenía ante mis oídos, así que no me quedó otra alternativa que hablar de lo que el "None So Vile" significa para mí:

¡QUE PORNOGORE NI LA VERGA, ESTE DISCO ES VERDADERA MALDAD Y DEPRAVACIÓN!

None So Vile, como todo gran álbum transmite una puta declaración de principios desde el título: Nadie Tan Vil. Es como decir: no hay nadie tan malo, perverso, depravado que tal tipo o tipa, en este caso el título es una frase que contesta esta interrogante graficamente con una interpretación de la escena de Salomé con la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja de plata. Tan sencillo pero con un trasfondo tan brutal, sí, putamente brutal. La razón por la cual Salomé, entenada de Herodes, aparece con la cabeza decapitada del Bautista fue porque Herodes la quería de concubina a sus 14 años, su madre, Herodías,  quien era mujer de Herodes, sí leyeron bien, MUJER de Herodes y que guardaba gran desprecio por el Bautista, convence a su hija para que le pida la cabeza de Juan al tetrarca, quien ordena a un guardia que lo decapite y pose su cabeza en una bandeja de plata para exibirla en la celebración de su onomástico mientras gozaba públicamente de los favores sexuales de su púber entenada.

Estamos entonces ante un acto de vileza humana concertado para cumplir las necesidades más primitivas, los impulsos SEXUALES más salvajes y BÁSICOS de la naturaleza del hombre. Y esa idea es simplemente una pequeña introducción para lo que muestra sónicamente este TRABAJOTE de los canadienses.

Vamos primero con la voz de Lord Worm: Las guturales de este tipo son la representación de la locura y el dolor, no es necesario que frasee las líricas de manera perfecta aquí lo importante es como agoniza con esos gritos hasta el punto del desquicie y la ruptura psíquica, hasta el punto de  que uno se pregunte si está escuchando a un hombre o a una bestia, sumamente excepcional en ese departamento.

Seguimos con las guitarras de Jon Levasseur: Nos presenta riffs súper intrincados, complejos, rápidos y fuera de los rasgueos genéricos que se realizaban hasta ese entonces, casi casi lo que demostró SUFFO con La Efigie De Los Olvidados en 1991, su dificultad tiene un nivel de profundidad musical tan consistente que invita a prestar particular atención y repetición constante a TODOS LOS TEMAS.

Es el turno del bajo de Eric Langlois: No solamente tiene presencia, contundencia y técnica sublime sino que también LOGRA UNA SINERGIA ÍNTEGRA ENTRE EL FUNK Y EL DEATH METAL. Aquí estamos ante un logro musical bien cuajado en la historia del metal extremo, un logro que pocas bandas en este género ostentan.

Y para finalizar tenemos a la figura más representativa e integrante sempiterno de CRYPTOPSY, el señor Flo Munier en la batería, sólo puedo añadir lo que todo el mundo sabe y que se ha señalado en miles de comentarios y reseñas sobre este mismo trabajo, es DEVASTADOR, la participación de este tipo en este álbum le da el calificativo de EXTREMO a death metal, es putamente rápido y preciso en todo su desempeño, en ese contexto llevó la técnica del blast beat y cambios basados en amalgamas rítmicas hasta el tope, de la misma manera que lo hizo Pete Sandoval y Mike Smith sus respectivos contextos y épocas.

Las líricas del None So Vile, cortesía de Lord Worm, quien a su vez es docente de idioma inglés, es poesía de la depravación humana presentada de manera muy elegante verso tras verso. Este disco como ningún otro me planteó la posibilidad, mientras lo escuchaba atentamente con los ojos cerrados, de que es posible usarlo en una sesión de snuff, porque el impacto sonoro que produce se confunde con el sonido de la carne cercenada y los alaridos agónicos de la víctima. ¿Habrá gritado horrorizado el Bautista cuando descubrió las intenciones de su verdugo? La cabeza de uno por la vagina de una púber. Herodes, None So Vile...



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